Descripción
La Jade es una de las plantas de interior más recurrentes, sobre todo debido a su fácil mantenimiento, probablemente más fácil que el de ninguna otra planta de interior. De forma similar al cactus, se coloca en oficinas y zonas de trabajo, como un símbolo de salud y buena suerte.
La planta de Jade necesita poca humedad y solo debe ser regada una vez por semana, cuando el sustrato se encuentre completamente seco; por otra parte, conviene remojar con agua la planta una vez al mes durante 2 minutos. También conviene agregar un fertilizante soluble en agua una cada 3 meses, atendiendo a la dosificación del producto.
La poda en esta planta es muy importante hacerla bien, ya que la mala práctica puede hacer a la planta más susceptible a enfermedades fúngicas o bacterianas. Los esquejes obtenidos de la poda pueden utilizarse para obtener nuevas plantas de Jade.
Es una planta que, como la mayoría, quiere luz solar y debería mantenerse al sol varias horas cada día, aunque el resto del día esté en una zona con luz tenue.
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